Con más de 30 años de trayectoria internacional, Inés Boza, bailarina, coreógrafa y discípula de la escuela de Pina Bausch, abre un espacio de creación compartida.
En este taller se explora el placer de tomar conciencia del cuerpo en movimiento, descubrir sus posibilidades expresivas y la reconciliación con él como fuente de salud, libertad y creatividad.